Janis Joplin
Las llamas de su infierno interior convirtieron su voz en luces que iluminan todos nuestros sentidos.
Apesadumbrada, divertida, triste , simpática, hiperactiva, conservadora, revolucionaria, bella, fea… todo eso, así de contradictorio, fue Janis.
Lúcida e inteligente, eligió la música por sobre sus otras condiciones, como las que hubieran preferido para ella sus padres.
Dueña de una voz singular y una presencia sutil, casi infantil, en el escenario, se adueñó del rótulo de «súper estrella» del rock. Y nada menos en los años 60s, donde primaban las figuras masculinas en ese ámbito musical.
Vivió buscando amor y murió buscando amor. Sólo lo encontró en la música y en su público. Alguna vez dijo que cantar en un escenario era como tener sexo con 25000 personas a la vez.
Sus letras hablan de desengaños, pero su interpretación habla de pasión.
Se fue con el Club de los 27, que sin dudas no la merece. Nos dejó todo el amor que tenía para dar.