Brasil dio otra muestra de su potencial, especialmente como cuando su líder futbolístico Neymar está en plenitud, y antes de los 20 minutos ya liquidó el clásico sudamericano frente a Uruguay, que lo terminó ganando por 4 a 1, en Manaos, por la duodécima fecha de las Eliminatorias Sudamericanas que encabeza cómodamente con 18 unidades de ventaja sobre el sexto, Chile, y la misma cantidad de puntos por jugar.
La «reaparición» de Neymar ante su público con una actuación, sobre todo en el primer tiempo, a tono con lo que se espera de él y de su calidad excelsa, le facilitó más de la mitad del trabajo a los dirigidos por Tite.
La otra parte la hizo el propio Uruguay, que venía de ser avasallado como visitante de Argentina (3-0) y este jueves sufrió lo mismo como huésped de los brasileños, en una triple fecha de Eliminatorias que claramente no lo favoreció en cuanto a su programación.
De hecho, en el primero de estos tres encuentros había empatado sin goles como local ante Colombia, y su próximo compromiso en el estadio Campeón del Siglo, de Peñarol, de Montevideo, será nuevamente con Argentina el 11 de noviembre, lo que marca de por sí este calendario tan complicado para los dirigidos por Oscar Tabárez que, pese a todos estos reveses, se mantienen aún en zona de Repechaje.
Pero a ese juego llegará la «Celeste» muy permeable después de sufrir dos verdaderos «bailes» consecutivos como el mencionado en el estadio Monumental del pasado domingo y el de esta noche, con consecuentes goleadas incluidas.
Y lo de este jueves fue un verdadero festival para regocijo de los «torcedores» de Manaos que asistieron al estadio Arena Amazonia, donde Brasil no llevó la diferencia a cifras catastróficas simplemente porque sus atacantes quisieron entrar al arco defendido por Fernando Muslera literalmente con pelota y todo.
Y si esa distancia goleadora tampoco fue tal se debió también a la gran tarea de Muslera, que salvó no menos de cuatro situaciones clarísimas como para que Brasil ampliara el marcador.
En el complemento el «Maestro» Tabárez intentó darle un golpe de timón al partido sacando a los dos laterales, el improvisado Nahitán Nández en la derecha y Matías Viña, marcador de punta lateral en la izquierda, por dos jugadores también experimentados como Martín Cáceres y Joaquín Piqueréz, más Lucas Torreira por Nicolás De la Cruz en la mitad de la cancha para tener más recuperación en esa zona.
No mejoró mucho Uruguay con esas tres variantes simultáneas y apenas a los 12 minutos apareció nuevamente el jugador del Leeds United de Marcelo Bielsa, Raphinha, a quien Tite incluyó por primera vez como titular (fue su primer encuentro profesional en una cancha brasileña) para «hacerle la segunda a Neymar», y anotó el tercer tanto.
Raphinha ya había convertido el segundo a los 18 minutos del primer tiempo, ocho después de que Neymar abriera el marcador con un golazo digno de su estirpe.
El descuento alcanzado después de la media hora de la etapa final por Luis Suárez apenas alcanzó para que Uruguay no se fuera de esta triple fecha sin marcar goles, porque a siete minutos del epílogo el ingresado Gabriel Barbosa ‘Gabigol» terminó rodeando una goleada que llevó a que los orientales recibieran siete tantos en apenas cuatro días, demostrando que hoy por hoy están lejos de los dos grandes de Sudamérica.
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