Este sábado se cumplen 10 años del lamentable suceso que se cobró la vida de Guido Falaschi en Balcarce. Aquel fin de semana quedó marcado como uno de los más tristes en la historia del Turismo Carretera. La categoría más popular del país disputaba la penúltima fecha del año.
Dos días antes, en los entrenamientos previos, Agustín Canapino, gran rival y amigo de Falaschi tuvo un accidente en el que destrozó su vehículo. Su Chevrolet se quedó sin frenos y dio un salto increíble hacia el vacío. La Chevy golpeó el suelo primero con la trompa y luego con el techo, quedando totalmente destruida. Afortunadamente, el impacto no tuvo mayores consecuencias que la rotura de los fierros. Milagrosamente, el campeón del TC salió ileso.
En ese trágico domingo, cuando faltaba muy poco para culminar la Final por tiempo, ocurrió la desgracia. Antes de la penúltima vuelta, Moriatis se despistó en la chicana de la recta principal. Algo que debió motivar el ingreso del auto de seguridad. Sin embargo la carrera continuó.
Falaschi atacaba la posición de Giallombardo. Por delante de ellos, el vehículo rezagado de Larrauri chocó con los muñecos de goma de camión. El auto no alcanzó a ser contenido y volvió a pista ya que los neumáticos estaban sueltos. El puntero alcanzó a esquivarlo con lo justo, Falaschi intentó hacer lo mismo pero su Ford salió hacia un costado y golpeó contra los muñecos de goma que también estaban sueltos. Allí se lo encontró Ortelli, el Falcón verde quedó en el medio y con toda la categoría pasando. Lamentablemente Girolami se lo encontró y el impacto fue al medio, en el costado derecho del auto.
Los médicos de la categoría fueron rápidamente hacia el lugar para atenderlo. Raudamente lo trasladaron hacia el hospital local. El cuadro fue desolador: fractura en la base del cráneo. También tuvo una contusión pulmonar y golpes en la cadera.
A los 22 años, Guido Falaschi dejó este mundo. Ese fatídico 13 de noviembre de 2011 se iba uno de los mejores pilotos del país.
Su carrera deportiva había comenzado en el karting. Tras un paso exitoso, pasó a los autos y saltó a la Fórmula Renault 2.0, donde fue campeón en 2008 con el equipo GF Racing de Gabriel Furlan, y con un Ford también resultó subcampeón del TC Pista, detrás de Agustín Canapino. En 2009 llegó al Top Race, en el que un año más tarde logró su debut triunfal en el Chaco y terminó ganando la Copa América, un minitorneo de seis fechas. Fue de la mano del Sportteam de Sergio Polze, una persona clave en su carrera. Su apodo fue “El Príncipe” por su estilo prolijo de manejar.
A 10 años de su partida, los hinchas del automovilismo lo recuerdan, como así también varios de sus colegas.
El Flaco Ardusso también lo recordó.
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