No, no es una película de espías. Así se le llama, agente libre o “Free Agent”, a un jugador al que se le acabó el contrato con un equipo. Para los jugadores top, un regalo del cielo, para los no tan conocidos, un momento de incertidumbre en su carrera.
Al igual que todo deporte profesional, los jugadores no cuentan con un salario normal, sino que firman contratos por cierta cantidad de temporadas. En la NFL, un jugador que ingresa como novato cobra un salario bajo. Por lo cual, si tienen una gran actuación, no ven la hora que se termine ese contrato y poder negociar uno mucho más alto con ese u otro equipo.
Pero siempre hay un pero cuando se trata de negocios: los equipos tienen una manera de retenerlos. El artilugio que usan es la Etiqueta de Jugador Franquicia o “Franchise Tag”. Si el gerente deportivo no está seguro de pagarle un contrato largo y oneroso a un jugador, pero tampoco quiere perderlo, puede ponerle esa etiqueta y entonces nadie lo puede reclamar por una temporada.
A favor del jugador, se le tiene que dar un sueldo promedio a los 5 mejores salarios de su posición, por lo menos por ese año. Por ejemplo, si un receptor abierto cobraba 2 millones de dólares, se le vence el contrato y el equipo le coloca la etiqueta, este pasará a cobrar, por esa temporada, unos 16,5 millones de dólares. En caso de que ya gane esa cantidad se le añadirá a su salario un 20 por ciento de aumento. Esto le dará al equipo más tiempo para arreglar un acuerdo a largo plazo, o confirmar si el jugador lo vale.
A pesar de la cantidad de dinero que cobrarán, los jugadores (como Allen Robinson de los Chicago Bears) odian este tipo de movimiento por varias razones. La primera es que al ser un deporte de riesgo temen que una lesión los saque del juego permanentemente. Prefieren firmar por varios años, aunque anualmente ganen un poco menos, pero se aseguran más dinero a largo plazo. La otra razón puede ser de índole personal, jugadores que se llevan mal con la dirigencia o que temen estar desperdiciando su carrera en un mal equipo. Lo bueno es que el Franchise Tag no es para siempre, como antes. Sólo lo pueden utilizar dos veces en un mismo jugador.
El agente libre o “Free Agent” no es plausible de etiqueta, puede negociar con cualquier equipo. Por lo general, llevan las de ganar, pues un talentoso jugador nunca sobra y siempre hay varios equipos, ya sea para ganar el campeonato o reconstruir un plantel, en busca de alguien que genere un gran impacto dentro y fuera de la cancha.
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