El presidente mostró su enojo con la fusión global que afecta el mercado de televisación del fútbol doméstico. A pesar de una posible cesión de algunos partidos para el estado, hay una clara posición del gobierno de evitar una concentración oligopólica.
Alberto Fernández hacé sentir su oposición a la decisión global que fusiona las señales de Fox Sports y ESPN. El motivo es el pesado y millonario mercado de transmisiones deportivas, que a partir de ahora, estará concentrado bajo la firma de Disney.
Funcionarios cercanos al mandatario dicen que Fernández sigue de cerca la compra de Fox por parte de Disney, que al mismo tiempo es propietaria de ESPN. Desde la Rosada dicen que es un exceso y que el estado debe promover la competencia.
Por eso, Alberto Fernández espera que la Secretaría de Comercio se pronuncie en la misma línea y desoye las voces que proponen que las señales cedan algunos partidos de Primera División a la señal gubernamental, a cambio de la aprobación de la fusión.
Desde el gobierno argumentan que las señales tienen concentrados las exclusividades de la Copa Libertadores, la Copa Sudamericana, el fútbol argentino, el básquetbol, eventos de tenis y otros deportes. Según se supo por fuentes cercanas, el presidente dijo que «van a tener que desprenderse de algo».
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