En un comunicado difundido el lunes por la tarde, el gigante automotriz anunció que cerrará sus plantas de producción en Brasil pero que mantendrá su sede regional en ese país. También confirmó que se importarán vehículos desde Argentina y Uruguay.
La empresa acusa a la pandemia de coronavirus, se estima que el cierre de las plantas ubicadas en Camaçari y Taubaté tendrá un impacto negativo en 5,000 obreros. El cierre será inmediato sobre esas fábricas, sin embargo la producción de algunas piezas se mantendrán por algunos meses.
Pese al cierre de la producción, Ford confirmó que su sede regional continuará funcionando en Sao Paulo. al mismo tiempo en el comunicado se aclaró que «Las operaciones de manufactura en Argentina y Uruguay, y las filiales de ventas en otros mercados de Sudamérica no se verán afectadas». También se mantendrán el Centro de Desarrollo de Producto que funciona en Bahía y el campo de pruebas en Sao Paulo.
La ida de Ford del gigante sudamericano es un duro golpe para la administración de Jair Bolsonaro, ya que su gobierno está atravesando por una tasa alta de desempleo, ubicada en 14,2% en noviembre pasado. Sin mencionar los subsidios otorgados por parte del estado a la empresa norteamericana para que siga produciendo en Brasil.
En 2019, Ford ya había cerrado su complejo industrial en Sao Bernardo do Campo, su fábrica más antigua en Brasil, dejando sin empleo a unos 2.800 trabajadores. En Argentina, uno de los efectos negativos de la decisión de la automotriz será que el modelo Ford Ka estará disponible a la venta hasta agotar el stock.
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