La justicia brasileña, desmantelo oficialmente este miércoles lo que alguna vez fue el reconocido grupo de fiscales que se encargó de encabezar la investigación conocida como Operación LavaJato, al principio esta unidad había sido elogiada por haber enfrentado la corrupción política y empresarial del Brasil, pero en los últimos tiempos fue acusada ser imparcial, favoreciendo a sectores políticos, hoy en el poder en Brasilia.
El LavaJato comenzó en marzo del año 2014, se investigaba los movimientos financieros de una estación de servicio en la capital Brasilia. Esa fue la punta del iceberg, se descubrió que ese dinero era parte de coimas millonarias vinculadas con contratos de construcción de la petrolera estatal Petrobras. La fiscalía determinó que buena parte de esos fondos iban al financiamiento de partidos políticos y los mismos dirigentes.
La unidad “anticorrupción” divulgó la investigación con otros países. Esta causa terminó tumbando a los ex presidentes Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil; Alejandro Toledo, de Perú; Ricardo Martinelli, de Panamá; y Mauricio Funes, de El Salvador. quienes fueron enviados a prisión como resultado de las investigaciones, junto algunos de los principales ejecutivos de importantes compañías constructoras apuntadas de ser parte del llamado “Mecanismo” como Odebrecht, Andrade Gutiérrez, Queiroz Galvão y Camargo Correa. Odebrecht cambió recientemente de nombre a Novonor.
En un comunicado, la Fiscalía del estado de Paraná informó que los miembros del grupo fueron reasignados a una unidad contra crimen organizado. Aunque cinco fiscales seguirán realizando investigaciones vinculadas al LavaJato.
“El grupo de trabajo en Paraná deja de existir, pero algunos de sus miembros trabajarán con Gaeco con el objetivo de continuar su labor”, indica el comunicado.
El LavaJato en el estado de Paraná derivó en 295 aprensiones, el inicio de causas a 533 personas y sentencias para 174 acusados, según el comunicado. Además, se detalla la recuperación de más de 4,300 millones de reales (800 millones de dólares).
En 2019, el portal The Intercept Brasil, hizo público los mensajes filtrados en los que Sergio Moro, que fue el juez federal que encabezaba la investigación, colaboró con fiscales de formas poco éticas, esos actos jugaron en contra del ex líder del PT y fueron de ayuda para condenar a Lula a prisión. Actualmente hay un proceso llevado a cabo por el máximo tribunal del país que determinará si se debe volver atrás con algunas condenas gracias a la injerencia de Moro.
El ex presidente Luis Ignacio Da Silva, fue encarcelado en abril de 2018, alejandolo de la contienda electoral en la que Jair Bolsonaro fue el vencedor ante Fernando Haddad. Bolsonaro, levantó el LavaJato como uno de sus ejes de gobierno, tal es así que el ex juez Moro se convirtió en su ministro de Justicia, pero renunció en abril pasado tras afirmar que el presidente intentó intervenir indebidamente en la policía federal.
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