
Cerca de cincuenta científicos e investigadores del Conicet, difundieron en las últimas horas un escrito para pedirle al gobierno que cierre las fronteras, por la volátil situación sanitaria en países vecinos de la región. En particular, ponen el ejemplo de la variante de Manaos, que por estos días está saturando el sistema de salud de Brasil.
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Esta solicitud, lleva la firma de científicos de renombre como Andrea Gamarinik, Adrian Paenza y Jorge Aliaga, en ella piden a las autoridades «imponer el cierre de nuestras fronteras, en particular para personas provenientes de Brasil». Consideran que medidas como reducción de viajes al exterior no alcanzan. Mencionan la posibilidad de rebrotes si no se toman las medidas a tiempo.
«En un escenario internacional caracterizado por la escasez de vacunas y una tremenda inequidad en su distribución, la Argentina continúa vulnerable frente a la pandemia ocasionada por el virus SARS-CoV-2. Luego de la primera ola que alcanzó su pico en octubre del 2020 con 15.000 nuevas infecciones diarias registradas, nuestro país mantuvo niveles altos de transmisión comunitaria a lo largo de los últimos meses que nunca descendieron de las 5.000 nuevas infecciones diarias detectadas, cifras que se acompañaron de un muy alto número de personas fallecidas por COVID-19.
En las últimas semanas, mientras avanza lentamente el programa local de vacunación, observamos una situación alarmante, definida no solo por un aumento de casos en nuestro país, Chile, Uruguay, Paraguay y Brasil, sino también por el surgimiento de variantes nuevas de SARS-CoV-2 que se caracterizan por su mayor transmisibilidad, la mayor gravedad de los cuadros clínicos que ocasionan y, particularmente, por su capacidad de evadir la inmunidad protectora que confiere tanto la previa infección, como algunas de las vacunas que actualmente se están administrando.
Preocupa particularmente en este sentido la variante denominada P1, surgida en Manaos (Brasil), que ya ha sido detectada en nuestro país y circula ampliamente en Brasil. Esta situación ha conducido ya a Brasil a padecer un reciente colapso sanitario acompañado por más de 2.000 fallecimientos diarios, de la mano de la gestión irresponsable y negacionista del Presidente Jair Bolsonaro.
En momentos en los que hemos vacunado solo a una fracción minoritaria de las poblaciones de riesgo y observamos un inexplicable flujo turístico con Brasil, creemos que se impone de modo urgente la adopción de medidas que intenten mitigar el impacto de la pandemia en nuestro país.
Las y los abajo firmantes solicitamos a las máximas autoridades nacionales imponer el cierre de nuestras fronteras, en particular para personas provenientes de Brasil y el control estricto tanto de las fronteras con el resto de nuestros países vecinos como de los vuelos internacionales.
Este control estricto debe incluir el cumplimiento de un confinamiento obligatorio por un lapso de 14 días para todos aquellos que reingresen a nuestro país, en hoteles o centros previamente asignados a esta tarea. Estas medidas deberían ser independientes de los estudios diagnósticos que los viajeros acrediten, atendiendo a que los mismos son incapaces de descartar la existencia de un proceso infeccioso incipiente. Evitar o al menos demorar la circulación comunitaria de la variante P1 en el país, mientras avanza la vacunación, podría significar salvar miles de vidas».
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