Rubén Castellanos, veterano de la Guerra de Malvinas, fue entrevistado en el programa Especial de Tiempistas, por Radio Pacú, al cumplirse 39 años del fin del conflicto bélico entre Argentina y el Reino Unido.
“Fui con la Unidad a Malvinas, fui clase 62 y tuve la oportunidad de que nuestro jefe instructor, Gabino Suárez, nos preguntara si nosotros teníamos la voluntad de acompañarlo, de los 22 soldados de la formación, solo uno solo no fue”. “A partir de ahí se genera el rol de combate, el teniente coronel armó la unidad con un total de 350 miembros de personal de artillería, con 70 toneladas de municiones, vehículos como unimogs, jeeps, tanques de agua y demás elementos que había que transportar a las Islas”.
“El 23 de abril salimos de Pajas Blancas en Córdoba a Comodoro Rivadavia y el 25 a la madrugada a Malvinas. Fuimos de forma escalonada, yo participé en la primera escalada de las tres que hicimos”. “Estuve 59 días en las Islas, hasta que nos embarcaron. Nosotros éramos de una tropa del norte así que nuestra indumentaria era de zonas cálidas no frías, fue un shock entrar al Sur sabiendo que Malvinas está cerca de la Antártida”.
“En Comodoro nos dieron un refuerzo de ropa con una campera, medias, guantes y un gorro, llegue a las 2am del 25 de abril, al otro dia armamos carpas”. “Fue fuerte y chocante para nosotros aclimatarnos al viento y frío de Malvinas, en las noches oscuridad total y manejarse en un ámbito completamente distintos a lo que estábamos acostumbrados, había que adaptarse al frío y no era fácil”.
Los primeros combates
“A partir del 1° de mayo empezamos a sufrir el bombardeo naval de los ingleses y empezamos a padecer la guerra, era impotente para nosotros porque en nuestra posición no podíamos llegar a la costa, era solo resistir y esquivar municiones”.
“La artilleria britanica tenía otro alcance, una vez que desembarcaron nos alcanzaron, pero nuestra batería soportaba el bombardeo naval y aéreo del enemigo, cuando estuvieron próximos a partir del 9 de junio, empezó el combate intenso, prácticamente hasta el final de la guerra, en ese lapso perdimos a los soldados Vallejos, Pizarro y Romero”
Un reclamo irrenunciable
“El reconocimiento y cariño del pueblo es el merito mas grande que recibimos, por nuestro sacrificio en Malvinas y me siento satisfecho por mucha gente joven que levantó la causa y la mantiene en alto, después de tantos años el soldado nunca dejó de combatir al ir a hablar a escuelas, hacer charlas y exposiciones sobre el conflicto, en nuestra sociedad quedo”.
“Creo que en nuestra sociedad y juventud levanta la bandera de Malvinas, el pueblo no olvida a los caídos, es un homenaje a los que se quedaron en las islas, el pueblo hoy en donde sea que levante la causa y los honre es gratificante y el mayor trofeo que podamos recibir.”
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