En la madrugada del 7 de julio, Jovenel Moise, quien gobernaba la nación más pobre de América desde el 2017, fue asesinado por un comando en un ataque armado en la residencia presidencial de Puerto Príncipe. En las últimas horas, autoridades confirmaron el arresto de presuntos implicados en el magnicidio
Claude Joseph, Primer Ministro, confirmó en una rueda de prensa que la policía ha detenido a otras seis personas que serián parte del grupo comando que asaltó la residencia presidencial y acabó con la vida del presidente Moise. En el atentado, la Primera Dama, Martine Moise, fue seriamente herida y su condición es estable, según el propio gobierno.
En relación a los hechos, Helen La Lime, representante de las Naciones Unidas en Haití, ha confirmo que seis sospechosos del asesinato, han sido rodeados y capturados por la seguridad en la capital, mientras que «un grupo mayor de posibles autores se ha refugiado en dos edificios. El Aeropuerto Internacional de la capital, que había sido cerrado horas después del ataque, ha sido reabierto según confirmó el propio primer ministro.
Por estas horas, la incertidumbre ronda en dos cuestiones principales. El motivo del ataque Moïse, y como debe ser la línea de sucesión del poder en Puerto Príncipe, al menos de forma transitoria. Cuestiones que dejan aún más al descubierto la profunda crisis política, social y económica que vive la nación, desde hace meses previos a la muerte del presidente, Haití estuvo envuelta en multitudinarias manifestaciones sociales que exigían la salida del gobierno y un llamado a elecciones anticipadas.
Moise fue asesinado en un ataque perpetrado contra su residencia, según medios internacionales el mandatario recibió 12 disparos. Las autoridades haitianas han atribuido el ataque a «un grupo de individuos no identificados» del que lo único que se sabe es que “hablan en idioma español e inglés”, otras informaciones por parte de agencias extranjeras, indicaron que se habrían hecho pasar por agentes de la DEA. Desde la Embajada de los Estados Unidos, desmienten la presencia de agentes antinarcóticos en el país.
Haití tiene una población de 11 millones de personas, cuenta con un Producto Interior Bruto (PIB) per cápita de 1,149,5 dólares, y el Índice de Desarrollo Humano la sitúa en el escalón 170 de 189. Es considerado el país más pobre del continente americano, y uno de los más pobres del mundo, así como uno de los más desiguales. Según datos brindados por el Banco Mundial, el 20 por ciento más rico acapara el 64 por ciento de la riqueza producida en la isla.
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