La detención del ex presidente, Jacob Zuma, desató una crisis política y social que se ve reflejada en las calles. Saqueos, vandalismo y muerte en las calles de las ciudades más importantes de la nación. La peor crisis desde mediados de los años 90.
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Al momento, son 72 los fallecidos contabilizados y más de mil detenidos tras los disturbios que golpearon a Sudáfrica en la última semana. La escalada de violencia, ha obligado al gobierno, liderado por Cyril Ramaphosa, la movilización de tropas compuesta por 2500 efectivos militares a la vía pública. Todo el desmadre se inició tras la detención del ex mandatario Zuma, quien gobernó el país entre los años 2009 y 2018.
Las provincias más afectadas son las de KwaZulu-Natal y Gauteng, en esas regiones han abundado los robos, saqueos e incendios a locales comerciales, sobre todo en la capital económica de Johannesburgo. Durante los últimos días, las redes sociales se llenaron de imágenes y videos de lo acontecido en el sur africano.
El desacato judicial que llevó a la cárcel a Zuma, fue solo el comienzo del descontento y la violencia en las calles, poco a poco fue transformándose en un estallido más generalizado. De las movilizaciones por el descontento de los seguidores del ex presidente por su detención, pasó a ser un reclamo en donde la pobreza y la desigualdad fueron consignas permanentes y tomadas en las calles. La economía está en caída y fue acentuada en los últimos meses debido a la pandemia de Covid-19, esto sumado a la devaluación de la moneda nacional, el rand.
En KwaZulu-Natal, de donde proviene Zuma, goza de un mayor respaldo social y político, en esa región, en las ciudades de Pietermaritzburg y Durban se registraron grandes incidentes. Gauteng es otro epicentro del conflicto: allí se encuentran Pretoria y Johannesburgo.
Si bien, la crisis comenzó en las calles con la detención de Zuma, que se entregó voluntariamente a las autoridades tras negarse a prestar declaración en un caso de corrupción en su contra, se agravó cuando el referente del CNA, impugnó el pasado lunes su condena de 15 meses de cárcel.
No obstante, los problemas sociales en Sudáfrica son de larga data y tiene que ver con las carencias de la población que nunca han llegado a resolverse, en 27 años de democracia, como los altos índices de pobreza y desigualdad. Es por eso que el apoyo social a Zuma, está relacionado con su militancia política, y no por sus medidas cuando estuvo al mando de la administración en Pretoria.
Este 2021, el desempleo en Sudáfrica alcanzó un nuevo récord con el 32,6 % de la población sin trabajo durante el primer trimestre del año. El 60% del país está bajo la línea de pobreza, y es el territorio africano más golpeado por la pandemia, con 2,236,805 de contagios y 65,595 muertes.
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