La acería de Azovstal es lugar de una de las batallas más grandes de la guerra ruso-ucraniana. Construida en la época soviética, la metalúrgica es la más grande e importante de Europa del Este. Los milicianos del Batallón Azov resisten el asedio ruso sobre el último reducto ucraniano en la destruida Mariupol.
Azovstal se construyó en 1930, durante el gobierno comunista en la extinta URSS, tres años más tarde inició operaciones con la fundición de metales en su primer horno. Durante la Segunda Guerra Mundial la producción se vio obligada a paralizarse, más precisamente en 1941, cuando los nazis alemanes ocuparon la fábrica, hasta otoño de 1943, cuando el ejército rojo retomó el control de la ciudad. El complejo industrial es considerado uno de los más importantes de Ucrania y de Europa, llegando a emplear a 10.000 obreros y alcanzando una producción de casi 400 toneladas de hierro al año.
La acería fue construida estratégicamente bajo un sistema de fortificaciones. El histórico complejo siderúrgico cuenta con altos hornos, tuberías gigantes, vías de ferrocarriles, muelles, tolvas y carreteras subterráneas. Se calcula que el lugar tiene una dimensión de unos 11 kilómetros cuadrados. Bajo ese mundo de metales, fierros y búnkeres se refugian al menos unos 1.000 civiles, entre los que se encuentran mujeres, niños y ancianos.
En las últimas semanas, la ofensiva de las tropas de Moscú y los militares prorrusos y colaboradores chechenos han convertido a Mariúpol en una ciudad fantasma y en ruinas. El propio Ministerio de Defensa de Ucrania confirmó que Rusia ya está empleando bombarderos de largo alcance Tu-22M3, en un intento de romper la dura infraestructura del lugar.
La policía local ha dicho que en la instalación, que se encuentra en la costa del Mar de Azóv, permanecen refugiados “civiles, entre ellos mujeres y niños” en condiciones inhumanas, casi sin comida, sin medicamentos, ni agua y padeciendo los constantes bombardeos y combates urbanos de las fuerzas invasoras.
La ciudad portuaria fue destruida casi por completo, estimaciones hablan del 80% de su infraestructura destruida, sin servicio eléctrico, sin gas ni agua corriente. Para Rusia Mariupol es de importancia estratégica y simbólica, quedarse con ella le facilitará un corredor desde el Donbass hacia la península de Crimea. Además, el lugar donde se reparan barcos y maquinaria pesada, es el mayor puerto del Mar de Azov. En el año 2021, se realizaron exportaciones a Turquía, Italia y otros países en el Medio Oriente.
Según Rusia, las tropas ucranianas se encuentran “rodeadas” y los batallones prorrusos e invasores ya comenzaron el asalto a la metalúrgica. Esto comenzó luego de la finalización del ultimátum del Ministerio de Defensa ruso en donde llamaban a los militares ucranianos en Azovstal a “deponer las armas”. Según Mijaíl Mízintsev, jefe militar en el Kremlin, declaró: “Llamamos a los militantes de batallones nacionalistas y mercenarios extranjeros a detener cualquier hostilidad y deponer las armas el 19 de abril de 2022″.
La agencia de noticias Ukrinform publicó unas declaraciones de uno de los comandantes del Batallón Azov donde confirmaba que el ejército ruso había comenzado a asediar la instalación, provocando grandes daños y pérdidas humanas. “Cayeron bombas pesadas por toda la planta de Azovstal, y ahora mucha gente está bajo los escombros… Azovstal fue bombardeada y destruida casi por completo. Estamos sacando a la gente de debajo de los escombros”, declaró Svyatoslav Palamar a Radio Svoboda.
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