Silencioso derramamiento de sangre en Colombia

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La matanza de líderes sociales se ha vuelto moneda corriente en el país sudamericano. El pasado lunes, el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz informó que se había realizado otra masacre que dejó el saldo de cuatro personas muertas.

Por medio de un comunicado, el Indepaz (una ONG nacida en 1984 que entre otras tareas realiza un monitoreo sobre la situación política y social en Colombia) confirmó que otro asesinato masivo se cobró la vida de Euner Alexander Bedoya, Jairo Alonso Acevedo, Yelissa Martínez Mosquera y Alexander Barrio López, los crímenes tuvieron lugar en el departamento del Chocó, al noroeste del país.

Según reportó la organización, la mujer y los cuatro comerciantes habían sido abordados, a principios de mes, al salir de su pueblo para vender sus productos. La Defensoría del Pueblo local declaro que la zona en donde se produjo el secuestro seguido de asesinato es habitual que grupos violentos realicen raptos y quemas de vehículos. Sin aportar pruebas desde el ente oficial nombraron al ELN, el AGC (Clan del Golfo) y estructuras paramilitares de funcionamiento local.

La situación en el interior colombiano históricamente fue dramática por su historial entre enfrentamientos de guerrillas paramilitares, grupos de narcotraficantes y brazos armados gubernamentales. Según Indepaz, en lo que va del año han sido asesinados 78 líderes sociales junto con 18 combatientes retirados. Al mismo tiempo, se han contabilizado 38 masacres.

Con esta alarmante cifra Colombia se acerca a la mitad de masacres que fueron reportadas durante todo el 2021. A finales del año pasado, la ONG había informado 92 matanzas en las cuales 326 fueron asesinadas, la gran mayoría de esas vidas perdidas eran de campesinos pobres e indígenas.

Hace unas semanas, un estudio del Indepaz reveló que 381 personas perdieron la vida en el periodo del año 2020 a lo que va del 2022.

En las últimas horas, la propia ONU manifestó su preocupación por la creciente violencia en el noroeste colombiano, particularmente vinculada a la organización criminal llamada Clan del Golfo e instó a la presidencia de Iván Duque a que garantice la seguridad de los civiles en las áreas donde se están produciendo los incidentes.

En menos de tres semanas, Colombia elegirá presidente y no será una elección más no solo por el clima social en el que se realizarán los comicios sino porque las encuestas predicen un importante cambio. Por primera vez, en mucho tiempo, un candidato izquierdista tiene chances de llegar al poder en Bogotá, se trata de Gustavo Petro que lidera los sondeos ante su oponente, Federico Gutiérrez.